A pesar de que nos encontramos en pleno siglo XXI y de que nos
enorgullecemos de lo avanzados que estamos en ciertos aspectos, a mi parecer
esto solo deja al descubierto nuestra ignorancia con respecto a lo que nos
rodea.
Hemos creado una sociedad que perjudica su propio hábitat, somos una
especie que destruye todo lo que toca, lo cual es sin duda alguna un signo de
falta de evolución. Pero, claro, el ser humano no solo destroza el medio, sino
que también se destruye a sí mismo. Día a día vemos cómo gente es acosada, cómo
gente vive en la pobreza, cómo hay guerras… Y cada uno de estos asuntos no es
más que otro fallo del sistema.
Vivimos en un mundo donde aguantamos pobreza, maltrato, violaciones,
asesinatos, robos, delitos de prevaricación, toda clase de trampas para engañar
al sistema (cometidas incluso por aquellos que son el sistema). Aguantamos
guerras, posguerras, dictadores, la falta de oportunidades y el deseo de una
vida mejor. Aguantamos día a día cánones inalcanzables y el dolor de superar
todo lo vivido por aquello que esperamos que venga.
El ser humano se supone que es un ser inteligente; hagamos, pues, uso de
esa inteligencia y dialoguemos, dialoguemos de verdad; creemos leyes justas,
paremos el cambio climático… Seamos de una vez por todas una sociedad
inteligente, una sociedad unida a nivel mundial donde las diferencias entre
fronteras no refugien todo tipo de delincuentes, sean de la clase que sean o
vengan del lugar de donde vengan.
Merecemos este tipo de sociedad, cuidemos de nosotros mismos, porque como solo pensamos en nosotros, por lo menos hagamos que sirva de algo.
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