dimecres, 5 de febrer del 2025

Interpretació sobre ‘El emigrante’, el relat més curt en llengua espanyola

- ¿Olvida usted algo?

- ¡Ojalá!

Escrit per un alumne de 1r de Batxillerat

Luis Felipe Lomelí, autor del microrelat

Cuando leí El emigrante, de Luis Felipe Lomelí, me quedé pensando en la frase más corta del mundo que, sin embargo, podría llenar el espacio de un camión de mudanzas. Porque ese “¡Ojalá!” no es solo una palabra; es una mochila invisible cargada de todo lo que quisiéramos dejar atrás.

Imagino al emigrante en un aeropuerto cualquiera, mirando de reojo su pasaporte y su maleta. Una voz burocrática le pregunta: “¿Olvida usted algo?”. Él suspira. Quisiera responder: “Sí, por favor, olvídenme a mí también”. Pero no lo dice. En cambio, escupe un “¡Ojalá!” que lleva el peso de todas las despedidas. Esa interjección suena como si intentara enterrar un pasado incómodo bajo una alfombra, pero al mismo tiempo resuena como una esperanza, una pequeña plegaria de que todo irá mejor.

El cuento, con su mínima extensión, tiene un efecto expansivo. ¿Quién no ha sentido alguna vez ese deseo de olvidar algo? Quizás un amor que fracasó, una discusión que dolió o, incluso, una versión de nosotros mismos que ya no reconocemos. El emigrante nos pone frente a ese espejo incómodo y universal: todos llevamos cosas que desearíamos dejar atrás, pero el olvido no se incluye en la tarifa de equipaje.

En un mundo actual donde las migraciones están marcadas por el desarraigo y la búsqueda de nuevas oportunidades, el cuento de Lomelí no solo es moderno, sino necesario. Habla de aquellos que cruzan fronteras físicas y emocionales con la esperanza de que el futuro sea tan liviano como este microcuento.

En lo personal, creo que este “¡Ojalá!” es más un grito que un susurro. Un grito corto pero eterno que nos recuerda que, al final, lo único que no podemos dejar atrás es a nosotros mismos.

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