Un alumne de l'IES L'Estació ens relata amb detall la seua experiència a Dublín gràcies a la beca de mobilitat FCT Europa

Edward Hopkins, el més alt

Me llamo Edward Hopkins, y durante los pasados dos años he estado estudiando el grado medio de Sistemas Microinformáticos y Redes en IES L'Estació, Ontinyent.

Es un curso interesante, donde cada día se aprenden cosas nuevas. Al principio del segundo año del curso, me comentaron mis profesores que la Generalitat Valenciana estaba dando becas para ir al extranjero para realizar la formación complementaria en un centro de trabajo, todo pagado. Esta beca se llama "Erasmus FCT Europa".

Fue un proceso largo, nos dieron a elegir si queríamos realizar todas las prácticas en el extranjero, o si queríamos realizar solamente parte de ellas. Existía la beca FCT Europa Total (400 horas) y la beca FCT Europa Parcial (100 horas). Yo envié una solicitud para realizar el Erasmus Parcial de 100 horas.

Había tres destinos a elegir: Francia, Reino Unido o Irlanda.

El primer paso fue rellenar una solicitud, adjuntando mi Currículum Europass, en la página web de Conselleria. Yo mandé mi solicitud para realizar las prácticas en Irlanda. Una vez mandada la solicitud, se tenía que realizar una prueba de nivel, en mi caso, en Inglés. Para los alumnos que poseen un certificado de idioma no era preciso realizar la prueba de nivel, con adjuntar el Certificado de inglés a la solicitud, tenías esa parte aprobada.

Una vez cerrado el plazo de entregar la solicitud, hicieron un proceso de selección dependiendo de la nota media del curso y la nota de la prueba de nivel. Hubo más de 600 solicitudes, y solamente había 199 becas disponibles.

Salieron los resultados del proceso de selección y yo había aprobado, estaba apto. Una vez claro quién estaba Apto, y quién no, nos llamaron para darnos la enhorabuena y comentarnos que teníamos que realizar un proceso de entrevista personal con los encargados de Conselleria, en Valencia.

La entrevista fue rara, éramos tres alumnos, todos de pueblos diferentes, sentados en una mesa, y enfrente, un encargado de Conselleria. La entrevista personal constaba de dos partes, una parte personal y una parte de idioma. La parte personal trataba de preguntas un poco extrañas, tratando de averiguar nuestra forma de ser mediante preguntas de personalidad. Y en la parte del idioma, mantuvimos una conversación con los otros tres alumnos en la mesa, en inglés, sobre un tema que el encargado nos había preparado.

Una vez realizada la entrevista personal, en el plazo de una semana o dos me llamaron para darme la enhorabuena de nuevo y decirme que había superado la entrevista personal y también comentarme que tenía que subir de nuevo a las oficinas de Conselleria en Valencia para atender a una presentación con todos los alumnos que habían superado el proceso de selección. En este momento yo ya sabía que iba a realizar las prácticas en el extranjero.

Subí a Valencia y en la presentación nos estuvieron dando la enhorabuena de nuevo, nos dieron un certificado que indicaba que habíamos sido seleccionados para la beca, información relevante sobre nuestras becas, y finalmente, el destino en el que  íbamos a realizar las prácticas. A mí me tocó en Dublín, Irlanda.  

Una vez clara toda la información de las becas, se puso en contacto conmigo una chica llamada Cristina, de Astex, la compañía que organizaba todo lo necesario para ir a Irlanda, es decir, los vuelos, la empresa con la cual estaré realizando las practicas, la casa donde iba a quedarme viviendo, etc. Me pidió rellenar unos documentos necesarios para la autorización del vuelo a mi nombre, y documentos para la empresa, y a la semana, me dijo las fechas del vuelo.

Volaba el miércoles, día 11 de abril desde Alicante. Una vez en el aeropuerto, había una chica esperándonos con un cartel que ponía "Astex", para reunirnos todos en un mismo grupo. Éramos unos 20-30 alumnos.

Cuando ya estábamos todos los alumnos, llegó la despedida de nuestras familias, facturar la maleta, y pasar por seguridad. Después de un vuelo de unas tres horas, ya estábamos aterrizando en Dublín. Después de bajar del avión y recoger nuestras maletas, había otra chica esperándonos con un cartel que ponía "Europa FCT". Esta chica se llamaba Sam Connell, y era la encargada de una empresa llamada "IEP", Irish Education Partners, la empresa que organizaba nuestra estancia en Dublín. A medida que íbamos saliendo de seguridad, Sam nos iba entregando un "Welcome Pack", un sobre que contenía contactos de emergencia, un mapa de Dublín, una tarjeta SIM irlandesa y nuestro abono de transporte. Una vez entregados todos los Welcome Packs, empezaron a aparecer nuestros "Host Families", las familias con las cuales nos íbamos a quedar a lo largo del periodo de prácticas, y empezaron a nombrar a gente de las Europa FCTs. A mí me tocó una pareja mayor que se llamaban Pat y Paula. Y conmigo, en la misma casa, estaban dos alumnos más, uno llamado Carlos, de Alicante y otro llamado Iván, de Sagunto.

Subimos los 3 alumnos al coche de Pat y nos llevó a su casa. Carlos e Iván estaban en una habitación compartida, y yo tenía una habitación para mí solo. En mi mesa de cama había un papel tamaño posit con los números de contacto de Pat y de Paula, junto a la contraseña del WiFi :) , y la llave de casa. Al día siguiente teníamos que ir todos los alumnos a las oficinas de la IEP para darnos más información sobre lo que íbamos a hacer y cómo lo tenían organizado.

Todos los alumnos tenían que realizar tres días de clases de inglés (Business English Course) antes de empezar a hacer las prácticas en su empresa. Los alumnos que habíamos escogido la beca parcial (100 horas) teníamos que ir el jueves, viernes y sábado por la mañana a hacer las clases de inglés. Éramos 8 alumnos: Larissa, Martí, Salva, Mabel, Ángela, Natalia, Kim y yo, y a lo largo de los tres días de clases de inglés nos ponían en parejas, y teníamos que hacer speakings para ellos saber qué nivel de inglés tenemos, y corregir pronunciación. En dichas clases de inglés, también nos dijeron en qué empresa íbamos a trabajar, a mí me eligieron de una empresa llamada MahTech Electronic Repairs. Una vez acabadas las clases de inglés, nos dieron un certificado con el aprobado.

El lunes siguiente, el 14 de abril, empezábamos los 8 a hacer nuestras prácticas. Yo no sabía ni dónde estaba situada mi empresa, ni qué autobús coger. Tuve que hablar con mi casero para explicarme un poco cómo funcionaban los autobuses, y el tranvía. Una vez encontrada mi empresa, conocí a Ali, el dueño de MahTech, y al otro trabajador de la tienda. A simple vista eran majos, se les veía simpáticos y amigables. Me presenté a ambos trabajadores y me explicó cómo funcionaban en la tienda, y lo que hacían ahí. La empresa era una pequeña tienda, dedicada a una variedad de cosas. Principalmente, se dedicaban a reparaciones de teléfonos móviles, ordenadores portátiles y de mesa, tablets, etc. Pero también vendían accesorios como fundas de móviles, cargadores, auriculares, etc. Tenían gran variedad de productos a la venta. Pero aparte de eso, también ofrecían un servicio parecido al de un Internet Café, donde se podía utilizar internet, imprimir, escanear, fotocopiar, etc. Sinceramente, no me esperaba estar trabajando en lo que llegaría a ser un locutorio irlandés, pero estoy seguro de que he hecho más cosas en esta empresa pequeña de las que hubiera hecho en una empresa más grande.

Una vez empecé a hacer las prácticas en la empresa irlandesa, parecía rutina. Con esto quiero decir que era hacer las mismas cosas, todos los días. Cogía un autobús a las 7:55 de la mañana hasta el centro de Dublín, y de ahí cogía el tranvía hasta mi empresa. Entraba a las 9:00 de la mañana, y acababa a las 17:00 de la tarde. Pero cuando salía de la empresa, no podía ir a visitar ningún sitio, ni quedar con la gente que yo había conocido, porque nuestros caseros nos hacían la cena para las 18:00 - 18:30. Y al tener una hora desde mi empresa hasta mi casa, no me daba tiempo. En la empresa estuve haciendo una gran variedad de cosas, la primera semana estuve realizando tareas muy repetitivas, como por ejemplo colocar productos en las estanterías, y ponerles pilas a mandos de infrarrojo.

La segunda semana estuve haciendo más variedad de cosas, estuve formateando teléfonos móviles Android y iPhone, portátiles y tablets, y instalándoles un nuevo sistema operativo. Entre otras cosas, también estuve haciendo atención al cliente, cuando Ali estaba ocupado, yo tenía que atender a ciertos clientes para venderles fundas del móvil, o ayudarles a hacer fotocopias o imprimir. La última semana fue más de lo que me gustaba, se me bloqueó el móvil estando en Irlanda y Ali me dijo que lo podíamos mirar él y yo, para yo aprender a abrir y arreglar móviles que no tienen tornillos para abrir. También me asignó la tarea de configurar cámaras de CCTV en la tienda, para Ali poder vigilar su tienda estando en casa.

Al acabar la primera semana de prácticas, ya nos estábamos agobiando de la misma rutina y decidimos quedar los 8 que estuvimos en las clases de inglés, para salir a tomarnos algo, despejarnos, a contar nuestras experiencias de momento en la empresa que nos había tocado a cada uno, y nuestra opinión de Dublín. Ahí es cuando empezamos a conocernos con más profundidad y crear más amistad entre nosotros. Ese día también nos dimos cuenta de que los precios eran mucho más elevados a aquellos de España. Una pinta de cerveza nos costaba entre 5 y 10 euros, dependiendo del bar donde íbamos y la cerveza que pedíamos.

El primer fin de semana estando en Dublín también empezamos a buscar sitios baratos para salir a tomarnos algo, ya que en todos los bares la cerveza era muy cara. Los encargados de la IEP nos recomendaron dos sitios, uno se llamaba Dicey's Garden Club, y el otro, River Bar.

Al Dicey's empezamos a ir entre semana, ya que todos los días entre semana la cerveza costaba 2 euros, y el martes, la cerveza estaba a 1,50 euros. También ofrecían comida y cena a buen precio. Empezamos a ir todos los de las FCT Europa los martes al Diceys, y ahí también empezamos a conocer a más gente y crear más amistad con todos los demás alumnos. Lo único malo del Diceys fue la entrada, antes de las 19:00 la entrada era gratis, pero a partir de las 19:00 había que pagar 5 euros para entrar, eso era un problema para la gente que acababa de trabajar a las 18:00 y después tenía que coger un autobús a Diceys. Siempre había cola, llegabas a la hora que llegabas, había una cola impresionante.

Los viernes y sábado por la noche, después de cenar, empezamos a ir al River Bar, un 'Club Nocturno' donde las pintas de cerveza costaban 3 euros. Ahí estaba muy guay, estaba dividido en dos plantas, la planta principal era más para comer, cenar o tomarse algo con tranquilidad, contrataban a cantantes locales para cantar y actuar en directo en un escenario grande. Para entrar a la segunda planta, la planta de abajo, teníamos que entrar por la puerta trasera y bajar unas escaleras. Abajo era una sala espaciosa, con mucho sitio para sentarse, pero a la vez también tenían sitios abiertos para poder bailar. Ponían sobre todo música española, concretamente, Reggaetón, aunque solían variar el tipo de música a menudo. En el River Bar nos lo pasábamos muy bien, siempre había un ambiente increíble.

La segunda semana estando en Dublín empezamos a salir a visitar sitios y dar vueltas por Dublín cuando acabábamos de trabajar. Hemos visitado muchos sitios chulos, con vistas magníficas y paisajes muy tranquilos. Entre otros, me he quedado con Howth, un pueblo a las afueras de Dublín, al Este de Dublín, en la costa de Irlanda. También fuimos a visitar un sitio llamado Malahide Castle, un castillo magnífico, con un terreno enorme y vistas increíbles. Además, fuimos un par de veces a un sitio llamado el 'Pheonix Park', un parque enorme de aproximadamente 7 km². Lo que más me extrañó fue el hecho de que dentro del Pheonix Park vivían más de 200 ciervos.

El segundo fin de semana, la IEP nos organizó un evento para todos los alumnos de las FCT Europa. Se llamaba "Irish Music & Dancing Night", y tenía la finalidad de enseñarnos música y bailes tradicionales de Irlanda. Para empezar, estuvieron tocando música tradicional en directo para nosotros. Después, salieron dos chicas, que eran bailarinas irlandesas. Estuvieron enseñándonos los principales pasos para bailar la música irlandesa. Después llegó la hora de ponernos a prueba, nos dividieron en dos grupos y teníamos que salir a bailar con ellas, todos en grupo. Estuvo muy chulo, y al final la IEP nos invitó a una cerveza de Guinness a todos. Esa noche decidimos ir al River Bar.

La penúltima semana decidimos Mabel, Salva y yo ir a visitar una cárcel antigua que ya no estaba en funcionamiento, para saber un poco la historia de Dublín, y saber cómo eran las cosas en el pasado. Estuvo chulo, pero a la vez daba corte estar ahí y ver las condiciones en las cuales vivían los presos en esos tiempos. Después de la guía a la cárcel, subimos al museo, donde tenían fotos, uniformes y armas de los presos y trabajadores de la cárcel. Fue una experiencia chula.

La vuelta a España era el día 9 de mayo a las 19:00, ese día volvíamos solamente los 8 que habíamos elegido las FCT Europa Parcial. Por una parte, no quería irme, quería quedarme en Dublín con la gente que había conocido porque me lo estaba pasando muy bien, pero por la otra parte, tenía ganas de ver a mi familia y a mis amigos.

Incluso después de volver de Dublín, sigo en contacto con la gente que conocí ahí. No tardamos ni dos semanas en volver a quedar después de volver a España. No pudieron estar todos porque trabajaban, pero tenemos hablado otra quedada con todos.

En conclusión, me ha gustado mucho esta oportunidad. Me siento afortunado de poder haber realizado las prácticas en el extranjero gracias a Conselleria. Ha sido una experiencia inolvidable con gente inolvidable. Dublín es un sitio muy chulo, siempre hay sitios nuevos para visitar y una gran variedad de cosas para hacer. Mi host family me daba mi libertad, me hacía sentir como si estuviese en mi casa verdadera. El ambiente es magnífico en Dublín, y la gente irlandesa es muy maja y siempre intentaban ayudarte si te veían perdido. Por una parte, me arrepiento de no haber escogido la FCT Europa Total de 400 horas porque me ha gustado mucho la experiencia, pero, por otra parte, echaba mucho de menos a mis amigos y a mi familia. Está claro que volvería a repetir esta experiencia una y otra vez.