El microrelat, tan habitual
en l'obra de mestres del gènere com Augusto Monterroso, Julio Cortázar o Jorge
L. Borges, s'ha convertit al llarg del temps en un exercici literari molt
popular que ha traspassat fronteres. L'estructura simple però no banal, la
condensació espacial i temporal o la capacitat de promoure la reflexió fan dels
microcontes un producte atractiu per als lectors més exigents.
Ho podem comprovar en
aquestes dos micronarracions de Carlos Tortosa Micó i Carla Soriano Soler,
alumnes de 2n de Batxillerat Científic.
Bona lectura i feliç cap de
setmana de Fira!
Carlos Tortosa Micó
Encontrábase Celdonio observando su montaraz latifundio de viñedos, que constaba de mil viñas, y hallábase su empleado Evelio recortando las descontroladas raíces de la viña número novecientos noventa y nueve.
Evelio demandó que le fuera acrecentado el salario, para así hacer frente a los gastos cotidianos. Habiendo sido mala la productividad de la tierra, Celdonio no podía hacer frente a tal ruego y despidió a su subalterno. Este, que padecía de celos por la acomodada vida de su antiguo amo, se marchó sin haber acabado la faena.
Y paseándose aquel acaudalado empleador por sus terrenos, se tropezó con unas raíces mal cuidadas y se hirió fatalmente en la cabeza con una roca contigua al lugar.
Quedose el cuerpo allí, supervisado por los ajetreados molinos aquel verano de hace muchos años.
Carla Soriano Soler
La última guerra nuclear estallada en la Tierra dejó una radiación mortal para los humanos, y en tres años todos los terrícolas murieron. Excepto un astronauta y su esposa, que se marcharon días antes en cohete a una estación espacial. El paso del tiempo los dejó con escasez de oxígeno, hasta consumir su aliento. Con esto, la raza humana desapareció.
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